La provincia de Sondrio, en la región de Lombardía, nos presenta una de esas ascensiones de dureza extrema, que mantienen viva la leyenda del ciclismo como paradigma del sacrificio, la entrega y el sufrimiento. Esta vertiente, que arranca de Mazzo di Valtellina, nos aproxima, durante 12 interminables kilómetros, a la cima del Puerto del Mortirolo, uno de esos momentos que todo aficionado ciclista guardará a buen recaudo en su memoria. Puerto de paso en la etapa 16 del Giro de Italia 2015, con lo que serán 10, las veces que la carrera rosa haya transitado por esta vertiente.
Altimetría: El perfil del Passo del Mortirolo, presenta unas cifras simplemente demoledoras, no en vano, nos encontramos con uno de los puertos de mayor dureza ascendidos en carreras ciclistas profesionales. Cuando hemos de recuperar el resuello en rampas del 10 %, que suele ser donde empezamos a perder la respiración normalmente, poco más cabe añadir. Su calificación, como no podía ser de otra manera, es la máxima posible, Fuera de Categoría.
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Mazzo di Valtellina |
La ribera del Río Adda, afluente del Po, y la localidad de Mazzo di Valtellina, nos sirven de punto de partida, para el comienzo de esta andanza, camino del Passo del Mortirolo, también conocido como Passo de la Foppa. El municipio en sí, alberga unos 1000 habitantes (2011), destacando en su economía la producción de bresaola, finas lonchas de carne de ternera curadas durante 2 o 3 meses.
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Curva de Herradura |
Los 2 primeros kilómetros son los más "suaves" y nos servirán para irnos mentalizando de la empresa que nos espera durante el agónico esfuerzo de los siguientes kilómetros. Inmersos en un fresco y tupido bosque, vamos a afrontar rampas continuadas de 2 dígitos durante prácticamente toda la ascensión, con algún kilómetro rondando la cifra del 14 % de pendiente media.
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Recuerdo a Pantani |
Con todo nuestro ahinco y denuedo, vamos progresando con escasa premura, con la intensa fatiga acompañándonos, pero con la satisfacción de estar viviendo un capítulo notorio en nuestro bagaje ciclista personal. En una herradura a la izquierda, al levantar la vista, nos topamos con la escultura de Marco Pantani, con fotos y pancartas alusivas al gran escalador de Cesenático, motivándonos para apretar los dientes y no cejar en nuestro empeño.
En la cima |
Exhaustos por el esfuerzo, apenas percibimos que la pendiente va decayendo y que la anhelada cima, visionada en nuestros recuerdos de gestas ciclistas, nos espera para disfrutar, emocionados, de unos momentos que han de perdurar por siempre en nuestra memoria.
En esta misma región de Lombardía, auténtica mina de puertos, encontramos otras míticas ascensiones como el Passo Gavia, el Passo dello Stelvio o el Plan de Montecampione.