Altimetría: Como puede observarse, estamos ante un puerto de montaña con 10 kilómetros para disfrutar, con rampas que rara vez llegan al 7%, y 2 kilómetros para sufrir, con pendientes medias superiores al 11 % y picos del 17 %. Eso al menos dice la lógica, aunque en realidad, el superar estas rampas finales te proporciona un placer que poco tiene que ver con el sufrimiento.
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| Hacia el km 5 |
Iniciamos el puerto de montaña en Náquera, municipio de unos 6000 habitantes, con una agricultura basada en olivos, almendros, viñedos y algarrobos, así como algunas zonas de naranjos. Discurrimos por una bien asfaltada carretera, con tráfico moderado los fines de semana y abundantes ciclistas de variopintas fisonomías, entre los que caben hombres, mujeres y niños.
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| Parte más dura |
La parte más exigente de esta primera fase, se sitúa en las calles de Serra, aunque nada comparable a los 2 últimos kilómetros del puerto. Podemos disfrutar de espectaculares crestas rocosas de tonos rojizos entre una vegetación, principalmente de pinos, con algunos tramos más frescos de choperas.
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| En la cima |
A medida que nos acercamos a la cima, comienzan a hacernos compañía encinas entre los pinares, hasta que súbitamente tomamos el desvío hacia las antenas y la carretera se torna rugosa, con gravilla suelta y algún que otro bache. Este hecho no nos proporciona ningún apuro, ya que a la velocidad a la que se sube y sin tráfico, es fácil esquivarlos. Observo algunos domingueros, al cobijo de las abundantes sombras, con sus sillas pleglables, tarteras, niños y con la abuela, zampando sin ningún reparo y mirando incrédulos a un desencajado servidor en la rampa del 17 %.
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| Vista desde la cima |
Una vez arriba, podemos deleitarnos con la amplitud de vistas de esta atalaya, desde donde contemplamos el mar Mediterráneo y la sinuosa y serpenteante carretera que asciende al Puerto del Garbí, muy recomendable y que hará que esta última rampa te parezca un falso llano, bueno quizá exagero un poco, aunque eso tendrás que comprobarlo tú, si te atreves.
