Nos situamos hoy en la provincia de Teruel y más concretamente en la comarca del Maestrazgo. Partimos del cruce de la carretera A-1702 con la carretera que va a Pitarque. Un kilómetro antes de llegar a dicho municipio, giraremos a la derecha en dirección a Aliaga, para aventurarnos en el puerto más duro de Teruel.
Altimetría: El puerto de San Cristóbal es un puerto muy duro sin paliativos. Los 3 primeros kilómetros, en un entorno natural envidiable y con pendientes suaves, no hacen presagiar la extrema dificultad de los 4 siguientes. Se trata de unos kilómetros con pendiente media superior al 10% y rampas sostenidas del 16 y 17%. Se recomienda no escatimar a la hora de montar un desarrollo adecuado en la bici, de lo contrario es probable que la excursión en bici se transforme en caminata con bici. Sé de lo que hablo. Lo catalogamos como 1ª Categoría.
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| Inicio Puerto |
En el inicio del puerto disfrutamos de la compañía y frescura del Río Pitarque, aderezado con las verticales crestas rocosas que nos escoltan, en este tramo de naturaleza salvaje simplemente magnífico. Un poco antes de llegar a Pitarque, pueblo de apenas 100 habitantes y dedicado principalmente al ecoturismo, nos alejamos bruscamente del abrigo del río y nos topamos con una carretera sin atisbo de sombra y con tramos más adecuados para Juanito Oyarzabal que para una ruta en bici.
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| Plaza de Pitarque |
Sin duda, el que diseñó la carretera no tenía pensado transitar por ella. Sobrecoge la imagen de la ladera de la montaña, que se nos presenta de repente, con la carretera zigzagueante de forma desafiante y casi inexpugnable. He de reconocer que en el pueblo ya me habían advertido que el puerto se las traía y que me esperara a que bajase el sol. Evidentemente, hice caso omiso. Craso error, ya que la ascensión en Julio y a la una de la tarde, hizo que disfrutara más bien poco de este coloso turolense.
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| Parte final |
A medida que subimos, se nos van abriendo unas fenomenales vistas del valle, aunque con 180 pulsaciones la percepción de la belleza queda un tanto difuminada. El asfalto, sin llegar a ser excelente, no puede servirnos de excusa, además el tráfico en este puerto de San Cristóbal, es simplemente testimonial.
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| En la cima |
En toda la ascensión, un único coche se aventuró por estos terrenos. Parece ser que este puerto causa respeto incluso a los vehículos a motor. Ya en la cima, momento de descansar y de recordar instantes que difícilmente podrán olvidarse. Volveremos a encontrarnos.
