Iniciamos nuestra andadura en Segorbe, capital de la comarca del Alto Palancia, a los pies de la A-23. Una vez allí, tomaremos la CV-245, que une dicha localidad con Alcublas. Nuestro objetivo se sitúa a unos 16 km, 15 km hasta el puerto de Montemayor y uno más para ascender hasta el vértice geodésico del mismo nombre.
Altimetría: Nos encontramos ante una ascensión bastante llevadera, como puede observarse en el perfil. Los tramos más exigentes se sitúan en los 3 kilómetros previos a la cueva santa, con pendientes constantes entre el 7 y el 8 % y el último kilómetro, en la pista cementada de acceso al pico, con medio kilómetro con pendiente media del 9 %, en lo que puede considerarse la zona más dura de la subida. Podemos concluir que estamos ante un puerto de dificultad media-baja, si bien en días de calor esta catalogación habría que revisarla al alza. (2ª Categoría)
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Vista de Segorbe |
Nuestra ruta de hoy nos lleva a Segorbe, ciudad de algo más de 9000 habitantes. Sus fiestas, en las que destaca la entrada de toros y caballos, han sido declaradas de interés turístico internacional y tienen lugar a principios de Septiembre. Apenas hemos salido de Segorbe, nos adentramos en la localidad de Altura y en uno de sus carteles leemos : "Altura, municipio del olivo".
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Espectacular Latonero |
No es de extrañar, por tanto que en los primeros kilómetros los olivares y almendrales sean nuestros compañeros de viaje. Es esta una zona bastante monótona, donde el sol, en los días de estío, va a ser el principal protagonista. Hacia el kilómetro 10, la carretera se vuelve más rugosa y empieza a serpentear por la ladera, en la parte más interesante de la subida. Es la zona previa al paraje de la Cueva Santa, también conocida como cueva del Latonero o Almez, por el majestuoso ejemplar que preside su entrada.
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Interior Cueva Santa |
En el interior de esta cueva de origen kárstico, se venera a la virgen de la Cueva Santa, descubierta a principios del S.XVI y cuya autoría se atribuye a Bonifacio Ferrer, hermano de San Vicente Ferrer, patrón de la Comunidad Valenciana. Es éste un lugar fresco y cuyas paredes exudan agua, siendo un buen sitio para tomar unos minutos de asueto, antes de iniciar la bajada.
A medida que ganamos altura, empiezan a acompañarnos pinos carrascos que nos dan alguna esperanza de disfrutar de zonas de sombra.
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Desde la cima |
Sin embargo, pronto nos damos cuenta, que esta sierra ha sido pasto de las llamas en tiempos recientes, ofreciendo un aspecto bastante degradado y en algunos puntos francamente desolador. Una vez coronado el puerto, tomamos una pista de cemento y arribaremos a nuestro objetivo. Como topógrafo que soy me hubiese gustado retratarme en el vértice geodésico que preside el pico. Sin embargo unos perros salivosos y mal encarados que guardaban una caseta me disuadieron de mi propósito. Otra vez será.